Comienza con el entrenamiento
Estilo de vida activo
¿No sabes por dónde comenzar con el entrenamiento?
Este es un punto de inflexión… sigue leyendo.
-
Cosas buenas le pasan a la gente que suda.
-
Vives más si te mueves más.*
-
Enamórate del proceso y verás los resultados.
Entender el secreto del entrenamiento y mantenerte motivado es un punto de inflexión, independientemente del nivel en que te encuentres en el proceso de entrenamiento físico.
Cuando la mayoría de las personas comienzan un nuevo programa de entrenamiento o quieren volver a comprometerse con uno que abandonaron, se ponen muy intensos el día uno, dos o tres y luego se desmotivan o se lesionan.
Para la mayoría, su muestra de compromiso es el nivel de intensidad que llevan al primer o segundo entrenamiento. Pero no queremos ser como la mayoría de las personas.
En lugar de comenzar como héroes y luego salir de puntitas por la puerta de atrás, deberíamos comenzar por reconocer que es todo un reto mantener la motivación: después cambiamos nuestro enfoque hacia la continuidad en vez de la intensidad.
Repite después de mí:
- CONTINUIDAD sobre INTENSIDAD.
- CONTINUIDAD sobre INTENSIDAD.
- CONTINUIDAD sobre INTENSIDAD.
¿Cuánto ejercicio necesitamos?
- De acuerdo con la “American Heart Association” (Asociación Estadounidense del Corazón), se necesitan 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana (esto es, alrededor de 20 minutos al día).
- Es importante combinar el tipo de movimiento que eliges.
- Intenta comenzar lentamente con 10 minutos al día y agrega 5 minutos más cada semana.
¿Qué ejercicio es mejor?*
A continuación, te presentamos una idea de qué explorar según tus metas. Elegir varias de estas actividades te ayuda a tener un nivel de entrenamiento completo. Y no olvides lo increíble que es el ejercicio para ayudar a reducir el estrés.
Corazón y mente sanos |
Desarrollar fuerza |
Mejorar el equilibrio |
---|---|---|
|
|
|
* Fuentes:
Heart
NHS
Publishing Service
¡Descubre más!
Más artículosUn cambio simple
Disfrútalo; no lo impongas.
Comienza con lo que te hace sentir bien. La idea es simplemente comenzar a “moverse” más, perseverar y no renunciar.
Comienza por usar las escaleras en lugar de usar el elevador. Estaciónate más lejos de tu oficina. Si puedes, camina o ve al trabajo en bicicleta. Levántate del escritorio y da un paseo corto por la oficina.